SINTOMAS

SINTOMAS:

Los síntomas y el diagnóstico
 
Las manifestaciones clínicas de los enfermos de
leucemia linfoblástica aguda reflejan una
insuficiencia medular provocada por la proliferación
de los linfoblastos en la médula ósea y su infiltración en
los distintos órganos y tejidos. El comienzo es
casi siempre agudo y las manifestaciones clínicas no suelen
preceder al diagnóstico en más de 2 meses.
 
Lo habitual es que el enfermo presente síntomas como:
 
pérdida de apetito,
sensación de debilidad y
fatiga,
fiebre,
dolores óseos,
articulares y
musculares,
hematomas en brazos y piernas,
producidos por la falta de plaquetas.
En ocasiones se producen verdaderas
hemorragias espontáneas
(nariz, encías)
o bien hemorragias excesivas
en pequeñas heridas.
 
Algunos pacientes pueden presentar
infecciones (abscesos, sinusitis, neumonía, etc.) como síntoma inicial.
En otros, puede observarse un aumento del tamaño de los
ganglios linfáticos y molestias abdominales como
consecuencia del crecimiento del hígado o el bazo.
 
Un pequeño porcentaje de enfermos puede presentar
manifestaciones como consecuencia de la compresión
de estructuras vecinas (por ejemplo el mediastino)
por parte de los ganglios linfáticos inflamados, o síntomas
derivados de la infiltración del sistema nervioso central
(dolor de cabeza, vómitos, somnolencia, etc.),
de los testículos (dolor, hinchazón) o de los huesos (dolores óseos).
 
Aunque cualquier órgano puede estar infiltrado
por los linfoblastos, los más frecuentemente afectos
son el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos.
La frecuencia de infiltración de estos órganos es del
80, 70 y 50%, respectivamente. La infiltración de otros
órganos como las mamas, los testículos o la piel y las mucosas
es muy poco frecuente en el momento del diagnóstico,
aunque puede constituir la localización inicial de las recaídas.

 
Para efectuar un diagnóstico preciso, deberán realizarse
diversas extracciones de sangre y de médula ósea
(obtenida esta última mediante punción del esternón o del hueso de la cadera)
en la que se analizarán diversos aspectos como morfología,
recuento, inmunofenotipo, cariotipo y biología molecular.
Además, se efectuarán radiografías para valorar si existe
aumento de tamaño de los ganglios del mediastino y se valorará
si la enfermedad se ha extendido al sistema nervioso central
mediante una punción lumbar con el fin de analizar el líquido
cefalorraquídeo que baña dicho sistema.
 
 
Referencias: (1) ,,